CASSANDRA DARKE

Libro / NOVELA GRAFICA Y COMICS

Editorial: SALAMANDRA GRAPHICS

Autor/a: SIMMONDS, Posy

21,80 € 22,95 €

Stock: Sí

Plazo de entrega estimado:

De 24 a 48 horas

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Datos del artículo

ISBN:

978-84-16131-52-5

EAN:

9788416131525

Fecha:

05/02/2020

Idioma:

ESPAÑOL

Formato:

TAPA DURA

Medidas:

0232x0270 mm

Páginas:

Materia:

NOVELA GRAFICA Y COMICS

Peso:

300 gr

BIC:

Ficción y temas afines / Novelas gráficas

Sinopsis :

Un Cuento de Navidad para nuestra época. Egoísta y solitaria, Cassandra Darke es una marchante de arte que vive en una lujosa mansión del barrio de Chelsea, en el mismísimo corazón de Londres. Se ha convertido en una paria social, pero no le preocupa. Entre una Navidad y la siguiente, ha empañado la reputación de una galería del West End y encadenado una condena por fraude, de la que ha salido indemne, pero ha dejado su saldo bancario en números rojos. En la escala de infracciones, el fraude ocupa para Cassandra un lugar ínfimo, pues no conlleva «ni armas, ni violencia, ni cadáver». Sin embargo, todo cambia cuando aparece algo en la mansión que sí podría suponer violencia y tal vez un cadáver. Nicki, la joven ex inquilina de la casa, dejó en el sótano un regalito que obligará a Cassandra a salir de su suntuoso refugio y echarse a las calles. Y no precisamente a las de su barrio lujoso, sino a las de otros lugares más sórdidos y tenebrosos, donde deberá elegir entre el sacrificio o la salvación.La crítica ha dicho... «Posy Simmonds es una auténtica discípula de Hogarth, y sus viñetas encarnan una despiadada glosa a nuestro modo de vida actual.» Penny Perrick, The Sunday Times «La gran hazaña de esta autora satírica es haber acercado los cómics a una audiencia que jamás los había leído.» Frédéric Potet, Le Monde«La hábil composición de todas las viñetas y la danza entre ellas da lugar a una obra deslumbrante. Puede que Cassandra Darke sea un trabajo sombrío y crudo, pero el irresistible modo en que Simmonds fija en sus páginas la vida contemporánea es motivo de regocijo.» Justine Jordan, The Guardian

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